viernes, 1 de agosto de 2008

Una nueva oportunidad



La temporada de verano sigue adelante. La afluencia de turistas parece este año menor ¿Crisis? ¿Qué crisis? Posiblemente no hemos caído en la cuenta pero cuando hay crisis quien peor lo pasa es quien más problemas tiene y para problemas Barbate.

Pasado ya el primer año del cambio prometido, Barbate espera como agua de mayo que las promesas del parque Infanta Elena se hagan realidad. No deben olvidar quines las hicieron que estas generaron unas altas expectativas en buena parte de la población, y que posiblemente por ello decidió apoyar mayoritariamente al gobierno actual unido, como no, a la buena imagen de su candidato Barbate creyó en las promesas pero también en quién las hizo.

Sin embargo, aún no se vislumbran intervenciones serias capaces de cambiar la falta de rumbo que conduce a la deriva a nuestro pueblo. La necesidad de una discriminación positiva hacia este pueblo no es ni debe ser entendida como un favor por parte de quienes gobiernan. Todo lo contrario, entendemos que es una deuda, como la histórica de Andalucía, que se mantiene desde hace décadas, desde que Barbate empezó a crecer y a duplicar su población sin que ello se acompañara con un crecimiento de los servicios públicos, de las viviendas, etc.

La crisis del sector pesquero ha provocado que en los últimos 30 años se hayan perdido más de mil puestos de trabajo directos y posiblemente tres veces más de los indirectos (transportistas, fábricas de cajas, rederos, talleres de mecánica, etc), todo ello sin recibir ninguna intervención de otras administraciones que propiciaran la tan cacareada diversificación económica. Junto a esta perdida de trabajo y desmantelamiento paulatino que ha sufrido el principal sector productivo local hay que señalar igualmente el estancamiento en la oferta de servicios públicos (sanidad, educación, cultura, etc), por no citar la precariedad en vivienda que muchos hijos e hijas del pueblo padecen a pesar de que en los últimos 30 años se han construido más pisos de renta libre que los que existían anteriormente.

A través de los medios de comunicación hemos conocido el convenio entre el gobierno de la Junta de Andalucía y Diputaciones, por el cual se contará con 45 millones de euros. Esta cantidad, se destinará a “la mejora de las arcas de los ayuntamientos que atraviesan especiales dificultades económicas”, tal y como figura en la propia pagina web de la Junta (http://www.juntadeandalucia.es/organismos/consejo/ultimo.html#13562). En este mismo sentido en la propia web podemos leer como esta iniciativa se enclava en “la puesta en marcha del Plan de Medidas de Apoyo Financiero a los Municipios de Andalucía dirigido a los ayuntamientos que atraviesan especiales dificultades económicas (…) El plan, que se aplicará a partir de septiembre, una vez haya concluido el diagnóstico de las necesidades de los municipios, permitirá ampliar la suficiencia de las arcas locales y garantizar una mejor prestación de los servicios públicos. La dotación de la Junta se distribuirá entre las ocho provincias en función de la población de derecho, su renta declarada media y el número de núcleos urbanos. Las Diputaciones Provinciales, que aportarán 30 millones de euros, serán las encargadas de gestionar las ayudas y de seleccionar los municipios beneficiarios de acuerdo con criterios objetivos”. Parece ser que unos de los criterios para recibir estas ayudas es tener menos de 20.000 habitantes, por lo cual Barbate volverá a quedar fuera de las mismas, cuando posiblemente tenga más problemas que otros

Ante esta noticia el observador se atreve nuevamente a realizar las siguientes aportaciones:

En primer lugar nos parece una oportunidad única para poder conseguir algún tipo de ayuda que permitan aliviar la situación de nuestras arcas municipales cada vez de mal en peor. Hace pocos días se ha vuelto a refinanciar un crédito con la Caixa, siguiendo la línea continuista de los anteriores gobiernos locales que han puesto en bancarrota la hacienda local y que esta provocando que hasta para pagar la nómina de los trabajadores y trabajadoras municipales se hayan realizado actuaciones poco claras en materia de fondos y subvenciones.

En segundo lugar es igualmente una oportunidad de oro para demostrar que las promesas realizadas en campaña electoral se cumplen, es decir, para que la política, y los que se dedican a la cosa pública en los distintos niveles recuperen credibilidad. Barbate necesita recuperar la ilusión de creer que esta situación puede y debe tener solución. Los vecinos y vecinas del municipio de Barbate tienen la necesidad de recobrar la confianza en las distintas administraciones empezando por, la más cercana, la local. Borrar la imagen de que todos lo que han gobernado lo han hecho más mirando a sus intereses personales que a los del conjunto de la sociedad es una obligación de quienes mayoritariamente obtuvieron el apoyo de sus conciudadanos/as para gobernar estos cuatro años.

En tercer lugar es una oportunidad de oro para nuestro gobierno local, para que demuestren su capacidad de gestionar elaborando los informes pertinentes y de influir con argumentos serios y de peso en la toma de decisiones que transcienden del ámbito local. Este trabajo de recopilar y analizar los problemas del municipio debe ser el punto de partida para seguir reclamando nuevas actuaciones y ayudas a otras administraciones. Todo ello teniendo la precaución de no confundir que lo que nos corresponde por derecho no es un favor que algunos quieran hacernos, sino una obligación para con este pueblo.

Por último, queremos manifestar nuestra confianza en la capacidad de nuestros gobernantes para hacer valer las razones objetivas por las cuales Barbate debe ser considerado como un municipio prioritario para ayudar. Razones que como se han dicho van desde la deuda histórica que se tiene con este pueblo, hasta la situación de crisis actual que afecta más, como siempre, a los más débiles.

El observador

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