viernes, 25 de julio de 2008

Pocas luces


Para partir una silla, puedo coger un gran mazo y romperla en mil pedazos o llenarla de carcoma. La primera formula, es más violenta y llamativa, la segunda es más sutil, pero igualmente efectiva.

No queremos pensar que la decisión esté tomada. No nos queremos ni imaginar que las cabezas pensantes en materia de fiestas que asesoran a nuestro gobierno, hayan visto más rentabilidad en la feria del Atún que en la del Carmen y que por ello esta feria ha sido la más deslucida de los últimos años. Nos preocupa la posibilidad de que algunos, como la carcoma, hayan podido realizar durante esta feria una serie de acciones u omisiones que han venido a deslucir la fiesta mayor de nuestro pueblo. Ante esta situación nos gustaría hacer las siguientes observaciones:

La primera observación, que puede indicar esta tendencia a la devaluación de las fiestas mayores del Carmen para dejarla en una simple velada, es lo poco preparada y destartalada que ha estado nuestra feria. Con todos los camiones y caravanas de los feriantes, entrelazados con las atracciones, con grandes espacios entre atracción y atracción, con una disposición de las casetas que dispersaba al personal, con los servicios de urgencias al final de la feria lejos de las atracciones. Cuando las casetas deberían estar en la entrada de la feria y luego las atracciones. Y, entre las atracciones y las casetas, en la zona central, los servicios de urgencias con vías de acceso rápido. Se ha vuelto a dar la imagen de poco trabajo a la hora de diseñar la feria, y no sabemos si es que no se tienen más luces o es que realmente no se tiene mas interés en tener una feria bonita.

La segunda observación que nos puede llevar a pensar el interés de dinamitar la feria del Carmen, es la actitud de los responsables municipales con respecto a los servicios de seguridad y orden. Así pues, han dejado que este asunto haya estado abandonado hasta que la noche del viernes 18 los feriantes en plena cena de la caseta del PSOE apagaran las luces de toda la feria para protestar por la falta de vigilancia. El observador quiere entender que, antes de llegar a esta situación el gobierno, tuvo conocimiento de las reclamaciones y demandas de los feriantes y no actuó, y por ello, protestaron y cortaron la luz. Pero, ¿han pensado quienes gobiernan en el daño que se ha vuelto ha hacer no ya a la feria (posiblemente eso no les importe) si no al propio pueblo? ¿Qué imagen hemos dado si alguna persona que nos visita ha querido ir a la feria esa noche y se ha encontrado con un apagón generalizado por falta de seguridad? ¿Qué impresión se puede llevar una persona que comprueba que es real que no hay autoridad ni servicio de orden ya que cualquiera puede cortar el suministro eléctrico, quedándonos sin luces por culpa de las pocas luces de unos pocos?

Relacionado con este tema, viene a colación otra observación, y es que quién es el responsable de seguridad en el Ayuntamiento. Si hay una protesta de la policía local que piden según unos más dinero y según otros mejores condiciones de trabajo; si esto ya se sabía ¿por qué se espera a la mitad de la feria para dar una solución? Si todos los años en la feria ha estado la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Servicio de Bomberos e incluso la Cruz Roja como servicio de orden y seguridad ¿Quién ha diseñado la feria sin contar con ello? ¿Cómo es posible que una hora después de la protestar los feriantes llegaran varios coches de La Guardia Civil que hasta ese momento no se había visto por el real? ¿Por qué ante esta situación crítica no se convoca la mesa de seguridad ciudadana?. Como digo sea quien sea pocas luces debe tener.

Por último nos gustaría saber ¿quién es el responsable que quitó el aparcamiento para convertirlo en un botellón? La ley sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía, conocida como ley botellón, establece que es competencia de los ayuntamientos preparar y adecuar los espacios abiertos de la vía pública, zona o área al aire libre del correspondiente término municipal. Los ayuntamientos deben tener especial atención para que no se abandone o arroje, fuera de los puntos de depósito de basuras, los envases y restos de bebidas; no se realicen, las necesidades fisiológicas, fuera de los servicios habilitados al efecto; y se controle e impida el consumo de bebidas alcohólicas por menores de dieciocho años. Pues bien, nuestros gobernantes, como digo, quitan el aparcamiento que facilitaba el acceso de muchas personas mayores a la feria para convertirlo de golpe y porrazo en un botellódromo, pero que no cumple con ninguna prescripción de la propia ley, es decir, las bolsas y envases llenan el suelo pues no hay contenedores para ello ni nadie que vigile y controle que se haga bien, la gente realizan sus necesidades fisiológicas en cualquier lugar pues no hay servicios habilitados (todos los pequeños que pasaban con sus padres a los aparcamientos vieron el ejemplo de los mayores con un pedo enorme y meando por donde querían) y por último y quizás lo más importante es saber quien controló la edad de los que allí estaban consumiendo bebidas alcohólicas. No nos podemos imaginar que una persona con tantas influencias en su partido, no pueda tan siquiera solicitar la explanada del puerto, donde pusieron los aparcamientos, y habilitarla para el botellón. Claro que ello conllevaba cumplir la ley poniendo servicios, contenedores de basura, vigilancia y luces pero ya se sabe, donde hay pocas luces, no se pude ver más.

Así pues, una feria deslucida por tan pocas luces de unos pocos, es una feria fácil de ser atacada, y por ello fácil de ser eliminada o devaluada en una simple velada. Si no se quiere feria del Carmen, que se diga claramente. Que no se vaya diciendo una cosa en privado y otra en público, si los que gobiernan y los que asesoran al gobierno dicen en privado “la feria de Barbate va a ser la del atún” que lo digan públicamente, pero no que lo hagan como la carcoma destrozándola de manera silenciosa y lo que es peor dañando la imagen del pueblo. Y que conste, que al observador le da igual una que otra feria, digo mejor, ninguna le va a reportar un beneficio pecuniario personal, de ambas sólo busca lo que se debe buscar en unas fiestas pasarlo bien en compañía de amigos.

El observador

jueves, 17 de julio de 2008

Verano, mejorar nuestra imagen


El observador, esta semana, se detiene en señalar cómo podemos mejorar la imagen de nuestro pueblo. Posiblemente, Barbate, se merece otro trato, pero ya esta bien de mirarnos para lamentarnos. Ahora que nos visita mucha gente, el pueblo de Barbate debe darse a valer como se merece. Cuando alguna persona va invitada a nuestra casa, nos gusta que se encuentre bien, que este a gusto,…

El observador no obvia que la situación es complicada, pues cada vez pintamos menos incluso en el turismo. Así, si uno va a Zahara de los Atunes antes de llegar puedes encontrar una caravana de coches que quieren ir al mismo lugar, los domingos por la tarde cientos de vehículos cruzan por nuestra entrada de vuelta de las playas de nuestro litoral, pero muy pocos paran, gastan y enriquecen a nuestro pueblo.

Nosotros, los ciudadanos de a pie, que ponemos y quitamos a gobernantes, no debemos creer que cumplimos con todos nuestros deberes tan sólo por votar cada cuatro años y durante ese tiempo esperar que quienes gobiernan sepan, quieran o puedan mejorar nuestra situación. Eso, únicamente, no sirve. Barbate necesita, y en este tiempo más que nunca, que todos los barbateños y barbateñas demuestren los encantos de esta tierra y seduzcan a los foráneos con ese trato directo y amistoso que los hagan sentirse como en casa, que decir, mejor que en casa. Por ello, el observador, se atreve siguiendo una lógica de sentido común: señalar algunos aspectos que cada uno podemos poner en practica para mejorar Barbate, si es que realmente no importa Barbate.

La primera observación, es que nosotros, los de a pie, podemos colaborar en tener un pueblo mas atractivo, mirando por su limpieza. Para ello, debemos cumplir horarios de depositar la basura; no debemos tirar los residuos orgánicos directamente y sin bolsas en los contenedores; debemos recoger las cacas de nuestros perritos y perritas, etc.

La segunda observación, es que los de a pie podemos colaborar en estos meses, usando los coches lo menos posible, no sólo por que los precios de los combustibles estén por las nubes, sino para facilitar el trafico rodado en nuestro municipio, y si usamos los vehículos debemos hacerlo respetando las normas básicas de educación vial.

Una tercera observación, va dirigida a la responsabilidad que tenemos los de a pie para que nuestras playas sean atractivas, a falta de banderas azules deben ser nuestras aguas, azules la imagen que se lleven los que nos visitan, y no la de playas con restos de basura, y cuando hablamos de playas lo hacemos de todas en general desde Mangueta a Zahara, pasando Caños, Yerbabuena, el Carmen, el Botero y Pajares. Usar las papeleras, llevarnos las bolsas de basura si las papeleras están llenas, etc, son cosas que no se debería hacer falta recordarlo, al igual que no debería tenerse que recordar la necesidad que hay en muchos casos de contar con aparcamientos en condiciones que permitan el acceso a estas playas, y no que los todo-terrenos estén metidos casi en la orilla de las mismas playas con los problemas estéticos y medioambientales que ello conlleva.

Pero si los de a pie, por algún motivo, no caen en la cuenta, los de arriba, los que tienen la responsabilidad de gobernar y cambiar la situación no deben conformarse tan sólo con aprobar ordenanzas que nadie cumple. Los de arriba, deberían recordar que, cuando ellos eran de los de a pie, no les gustaba ver como su pueblo se hundía cada vez más. Es pues, responsabilidad de los que gobiernan, actuar para quienes, no cumplan estas normas básicas y con su comportamiento deformen la buena imagen de la inmensa mayoría sean apercibidos.

Por último, los de a pie, podemos y debemos, si queremos realmente a nuestro pueblo recuperar la autoestima positiva, la de sentirse perteneciente a un pueblo ligado al mar que le dio los mayores beneficios, pero también las mayores desgracias; a un pueblo que creció en poco tiempo lo que otros necesitaron siglos. Somos un pueblo hecho de mucha gente, la mayoría llegada de aquí y de allá y por eso mismo abierto y receptivo, dicharachero e ingenioso, sufridor y vitalista, de un pueblo de gente de a pie que siempre confió en la palabra de quienes decían querían ayudarlo.

El Observador

viernes, 11 de julio de 2008

Ajustar la plantilla


Luis Aragonés ha ganado la copa de Europa, y se notó, no sólo por los numerosos artículos de prensa, noticias o personas que lo celebraron en las calles de pueblos y ciudades, sino sobretodo porque lo había conseguido cuando todo el mundo pensaba que lo de la selección española no tenía solución. Posiblemente, el mérito de Luis no estuvo tanto en ganar la copa de Europa, sino en hacerlo como lo hizo. Con la mejor liga del mundo y numerosos futbolistas jugando fuera de España, Luis decidió ajustar la plantilla al proyecto que él tenía para ganar la copa de Europa. Por ello, le llovieron críticas desde los medios de comunicación y buena parte de la opinión pública que no entendían o no aceptaban que Luis moviera la plantilla según sus criterios, dejando fuera de la misma a algunos futbolistas que, a pesar de su buena fama y nombre, no les eran precisos.

El observador, esta semana, quiere centrarse en unas declaraciones que nuevamente ha realizado el alcalde de Barbate en relación a los problemas del municipio quizás buscando una justificación ante lo que comienza a ser una desilusión cada vez mayor de mucha gente. En este sentido, en diversos medios de comunicación locales y provinciales, aparecieron unas declaraciones del alcalde donde se hablaba del problema que supone todos los meses de tener que buscar el dinero para pagar la nómina municipal, lo que impide invertir en muchas otras cosas. Parece ser que para el alcalde, el problema de la plantilla es grande no sólo por el coste económico, sino también, y según sus propias palabras, porque impide otros proyectos y como podíamos leer según él afirmaba “otro de los problemas es que entre las 410 personas que tenemos, no hay muchos trabajadores cualificados”.

El observador, después de leer estas declaraciones, sólo puede aportar las siguientes consideraciones. La primera observación, es que no le falta razón al alcalde cuando afirma que son muchos los problemas para el desarrollo de Barbate, pero no debe de olvidar que, algunos de estos problemas, está en sus manos resolverlos. Si no llegan las inversiones prometidas desde su propio partido, él alcalde tiene bien poco que hacer, sólo ser coherente. Pero hay otros problemas cuya solución pasa por la toma de decisiones de quienes nos gobiernan, aquí, en Barbate. Es decir, la solución de algunos problemas no depende ni de la Diputación, ni de la Junta ni del gobierno Central, es el caso de la plantilla municipal.

La segunda observación, por tanto a realizar, es que el alcalde debería de ser como Luis Aragonés y ajustar la plantilla municipal a su objetivo, que seguro no es otro que el mejorar la situación del ayuntamiento. Esto, sin duda, le conllevará críticas y situaciones poco agradables, por lo cual, es una decisión que debe ser tomada valientemente, si es que se tienen las cosas claras. Pero debe saber el alcalde que si toma las medidas necesarias y oportunas para mejorar la situación municipal, las críticas que pueda recibir a corto plazo, serán reconocimientos y agradecimientos por parte de la inmensa mayoría de la ciudadanía con el paso del tiempo, al igual que todas las críticas que se le hicieron a Luis Aragonés por ajustar la plantilla y que luego se convirtieron en loes, permitiéndole irse del panorama del fútbol nacional por la puerta grande,

Si hay mucho personal y con poca cualificación, el alcalde debe ser como Luis. Pero sabiendo que sus decisiones incidirán no en futbolistas multimillonarios, sino que afectaran al plano personal de mucha gente sencilla que en el ayuntamiento encontró una forma de ganarse la vida. Por ello, y antes que nada, debe crear un organigrama que debe recoger el personal que se necesita. Después ajustar la plantilla a este organigrama y luego adecuar cada trabajador o trabajadora a las funciones que estén cualificados. Todo ello en pleno diálogo con los sindicatos.

En cuanto a la cualificación, el observador, se atreve a señalar que este es un término resbaladizo y que puede dar lugar a confusión. Primero, porque sólo deben tener cualificación aquellos que son personal cualificado. Es decir, en nuestro ayuntamiento no se debe pedir un titulo de perito para ser peón. Segundo, porque es verdad que los técnicos cualificados que han llegado en los últimos años a través de procedimientos legales se han marchado, al poco tiempo, quizás huyendo de la quema (un jefe de la policía local, un secretario general, una tesorera, una interventora, etc). Tercero, porque no es menos cierto que en la plantilla municipal queda un numeroso grupo de titulados superiores desde licenciados en derecho, arquitectos, economistas, psicólogos, topógrafos, maestros, aparejadores,… que han entrado en esos puestos de trabajo sin ninguna convocatoria pública pero que por su formación deben estar cualificados para las tareas que se les encomienden. Por ello, el alcalde debería ser más explicito y aclarar si refiere a que estas personas cualificadas están desempeñando funciones que no les corresponden o a que los puestos cualificados estén ocupados por gente sin cualificación.

Para terminar, el observador quisiera recordar que la cualificación también se alcanza con la experiencia, y por ello el alcalde debería convocar los puestos de trabajo que de manera irregular se ocupan desde hace muchos años, fundamentalmente para que esas personas puedan ocuparlos de manera definitiva y no tener ningún temor, pero también para saber qué se necesita. Y, es aquí donde no debe temblarle la mano, si por casualidad se encuentra que hay necesidad de cuatro delanteros y en la plantilla sobra uno aunque sea Raúl.

El Observador

viernes, 4 de julio de 2008

¿Debate?



El observador en esta ocasión se va a detener en el debate sobre el estado del municipio celebrado esta semana en el ayuntamiento de Barbate. La primera observación que podemos hacer, en torno a lo que y cómo sucedió, es que la mayoría absoluta del PSOE se ha encontrado, por diversas circunstancias, con un pleno municipal diezmado y, posiblemente, desorientado al faltar la mayoría de los miembros del primer grupo de la oposición (como se ha conocido recientemente por la prensa). En estas circunstancias, más que debate, tanto IU como PP como PSOE, se limitaron a realizar sugerencias o peticiones al gobierno local, esperando que la mayoría absoluta aplastante del PSOE sepa valorar y aceptar cuantas iniciativas presenten cualquier grupo y sean buenos por el municipio.

La segunda observación es que la introducción hecha por el alcalde parecía ser más una justificación, una huída hacia delante, una disculpa al pueblo de Barbate, que un discurso donde se explicará al pueblo cual es la situación y cuales son los planes ¡para mejorar la vida en el pueblo. Este discurso parecía ser una excusa de por qué no se avanza con una cierta acusación velada a su propio partido. Este alcalde, que se presentó a las elecciones municipales con el único aval de contar con todo el apoyo institucional de su partido (PSOE) tanto en la Diputación, en la Junta como en el Estado, para dar solución a los problemas de Barbate comenzó su intervención acusando de que los problemas siguen estando presentes, que las administraciones son muy lentas (incluida la local) y que “los bueyes van detrás del carro”. Manifestó que él y su equipo de gobierno tienen maravillosas ideas para el desarrollo de nuestro pueblo, pero que les cuesta mucho trabajo realizarlas. Dijo que él, al igual que muchos barbateños/as, “no se cree nada” y dio a entender que hasta que no vea no la primera piedra, sino la última, de cada una de las inversiones prometidas, no dejará de desconfiar en la voluntad de otras administraciones para ayudar a Barbate. ¿Y entonces dónde están las promesas electorales?

La tercera observación es obvia de realizar. Este alcalde, ha optado por pedir a su partido y no por exigir los derechos de este pueblo. Cuando la primera autoridad municipal acepta que los dirigentes de su partido den o quiten en función, no de criterios objetivos de necesidad sino de otras cuestiones menos claras, cuando un alcalde, como decimos, acepta esto, corre el peligro de convertirse en un funcionario burócrata de su partido más que en el representante democrático de la voluntad popular.

Para acabar con estas observaciones, señalar cómo el equipo de gobierno, después de la pesimista y abnegada exposición de la alcaldía, dio a conocer a través de su portavoz un listado de actuaciones realizadas en este año. Llama la atención de que en este listado se confunden las iniciativas políticas (que deben de servir de revulsivos para transformar el pueblo) con las labores administrativas propias del ámbito municipal. Es cómo si en el debate del estado de la nación, el presidente del gobierno dijera que entre sus logros, está el funcionamiento cotidiano de las administraciones. El día a día de un ayuntamiento no es lo que tiene que explicar un equipo de gobierno. Un gobierno local que se precie de tener un diseño de la que ciudad y municipio que quiere debe evaluar cada cierto tiempo los niveles de consecución de los objetivos propuestos, ver donde se ha podido fallar y poder corregir los errores. En este caso en el debate sobre el estado del municipio se hecho en falta una valoración de los niveles de desarrollo y consecución de objetivos del “Plan Ciudad de Barbate” documento que el PSOE presentó como guía de donde querían llevar a este pueblo , y eso es lo que justamente falto en el debate saber hacia donde vamos.

El Observador.