Es fecha de carnavales. En nuestro pueblo estas fiestas han tenido y tienen un hondo calado popular. Llegados estos días, los colegios, las peñas, asociaciones realizan múltiples actividades donde los tipos y las coplas son lo más destacable. Coplas que giran en torno a lo sucedido durante el año, que tratan de tu a tu al poderoso, que reclaman o protestan por lo no conseguido,...
El carnaval barbateño ha destacado en las últimas décadas por varios motivos, uno de ellos han sido los premios obtenidos en la catedral del carnaval o, como llaman los aficionados, la “Casa de los Ladrillos coloraos”. Agrupaciones de adultos, juveniles e infantiles, han jalonado un historial de premios y de participación barbateña en el más grande de los concursos carnavalescos.
No pretendemos hacer un análisis riguroso de estas coplas, ya que nuestro conocimiento neófito en el compás, voces y estructura musical no nos lo permite. Tan sólo nos conformamos, pues, con disfrutar de la ironía de una letrilla, de la sutileza de quien sin decir nada lo dice todo, de la genialidad de sacar chiste de lo más cotidiano, etc.
Este año nos ha deparado tres premios en la modalidad de infantil: dos en comparsa y uno en chirigota. Concretamente, el sábado 14 de febrero se celebró la final de esta modalidad y en ella se ha obtenido en comparsa el primer premio con “Pequeños Jabegueros” y un tercer premio con “¡Aquí hay maera!”. En la modalidad de chirigota nuestros infantiles se alzaron con un segundo premio con “Una chirigota muy dulce”. Nuestra felicitación a todos ellos.
Detrás de estos premios, hay, sin duda, un esfuerzo por parte de quienes preparan su puesta en escena (letras y música, tipos, tardes de ensayos, etc) que a veces culmina con un premio pero que a buen seguro el mayor premio es la participación. Tras ello, también hay meses de trabajo, de buscar recursos, de ilusión...
Pero no todas las agrupaciones participan en el concurso provincial. Otras muchas, en cambio, quedan reservadas únicamente para ser vistas en el concurso local o tan sólo por las calles y peñas de nuestro pueblo, y estas también son parte más que importante de las fiestas. Muchas de ellas no desmerecen en nada a las que lo hacen.
En nuestra fiesta carnavalesca, no falta la gastronomía, con un sin fin de “-adas” (pinchitada, cangrejada, gambada, erizada,...) que nos ayudan a mantener el tipo durante las horas que transcurrimos en las calles y peñas. De día o de noche podemos degustar de algunos de estos platos, muchos de ellos de forma gratuita.
Y por supuesto, todo ello se resume en la cabalgata final. Cabalgata que antaño fue de las más importantes de la provincia y que ahora, como un indicador más, va perdiendo brillo y renombre.
Para llevar a cabo todo esto, hacen falta buenos tipos, y no nos equivoquemos en este caso. No nos referimos a los disfraces sino a la gente que, gustándole el carnaval, no les importa emplear su tiempo en preparar agrupaciones, organizar actos, participar con su peña, y cómo no buscar recursos para que todo ello se pueda realizar. No dudan en pedir colaboración económica a empresas o comercios locales para que financien con su ayuda estas cuestiones.
Un barbateño que ha demostrado a lo largo de muchos años su afición al carnaval es Cayetano Lobón. Él, mejor que nadie, sabe lo que es elaborar un librillo de actos buscando publicidad. Él, mejor que nadie, sabe lo que es iniciar y poner a andar una peña carnavalesca, siendo socio fundador de peñas como “Los Robinsones”.
Nos gustaría señalar cómo este año, Cayetano, ha vuelto a demostrar como en estas lides hay muy poco que enseñarle. Su comparsa “Los pequeños Jabegueros” ha conseguido el primer premio, en modalidad infantil, en el concurso del agrupaciones del Gran Teatro Falla. No es la primera vez que se trae un primer premio para Barbate, y deseamos que no sea la última. Después de años sin pisar las tablas del Falla, ha sido llegar y topar. El tipo de los pequeños hacía referencia a algo tan barbateño como la jábega, demostrando como es un amante de su pueblo, de sus costumbres, etc.
Nuestro paisano, no sólo ha demostrado su pasión por el carnaval desde la participación con agrupaciones sino que, igualmente, supo como nadie encajar las críticas y sátiras que algunas agrupaciones le dedicaron cuando fue concejal de fiestas de nuestro Ayuntamiento. Concretamente el chiste fácil de muchos (que ahora tragan saliva para no ser mentados), no desdibujó la cara de Cayetano, quien siempre lo entendió como una cosa normal del Carnaval. Supo como nadie aceptar las letrillas, no protestó por ello, y no usó su cargo para cargar contra quienes lo hicieron. Tampoco lo hizo para beneficiar a unos u otros, o a si mismo en este mundo tan reñido. Y cuando dejó de ser concejal volvió a su trabajo, a recorrer las calles y barrios de Barbate, tomando a diario el pulso a la vida de su pueblo.
Pero no sólo por ello, Cayetano demuestra ser un buen tipo. Además sigue colaborando con su Peña “El Atún” en el carrusel de agrupaciones y en otras muchas actividades que desde esta peña se realizan. Saca tiempo para colaborar y coordina el Concurso “Pasodobles por la Paz” que se celebra en la calle Agustín Varo y que hace más de una década inició la “Plataforma el Retín”. Para ello, no duda en buscar, incluso en época de crisis, los recursos económicos que permiten hacerlo. Un buen tipo que siempre esta a punto para colaborar con las fiestas de su pueblo. Además del Carnaval, también colabora en otras fiestas (como la del Carmen) y en múltiples actividades lúdico-deportivas que han dado buena prueba de su entrega desinteresada.
Por eso, este observador plantea las siguientes observaciones:
Una primera observación que quisierasmos palntear es porqué no se le dedica, al igual que se le hizo con los cuplés, un pasodoble que reconozca todo lo dicho. Por si acaso aquí queda este artículo.
Una segunda y última observación que nos gustaría plantear es si serán capaces algunos carnavaleros de aguantar las críticas y chistes que ellos antes hicieron a otros que ocupaban los cargos que ellos ahora ocupan. Y todo ello sin premios en el Falla.
El carnaval barbateño ha destacado en las últimas décadas por varios motivos, uno de ellos han sido los premios obtenidos en la catedral del carnaval o, como llaman los aficionados, la “Casa de los Ladrillos coloraos”. Agrupaciones de adultos, juveniles e infantiles, han jalonado un historial de premios y de participación barbateña en el más grande de los concursos carnavalescos.
No pretendemos hacer un análisis riguroso de estas coplas, ya que nuestro conocimiento neófito en el compás, voces y estructura musical no nos lo permite. Tan sólo nos conformamos, pues, con disfrutar de la ironía de una letrilla, de la sutileza de quien sin decir nada lo dice todo, de la genialidad de sacar chiste de lo más cotidiano, etc.
Este año nos ha deparado tres premios en la modalidad de infantil: dos en comparsa y uno en chirigota. Concretamente, el sábado 14 de febrero se celebró la final de esta modalidad y en ella se ha obtenido en comparsa el primer premio con “Pequeños Jabegueros” y un tercer premio con “¡Aquí hay maera!”. En la modalidad de chirigota nuestros infantiles se alzaron con un segundo premio con “Una chirigota muy dulce”. Nuestra felicitación a todos ellos.
Detrás de estos premios, hay, sin duda, un esfuerzo por parte de quienes preparan su puesta en escena (letras y música, tipos, tardes de ensayos, etc) que a veces culmina con un premio pero que a buen seguro el mayor premio es la participación. Tras ello, también hay meses de trabajo, de buscar recursos, de ilusión...
Pero no todas las agrupaciones participan en el concurso provincial. Otras muchas, en cambio, quedan reservadas únicamente para ser vistas en el concurso local o tan sólo por las calles y peñas de nuestro pueblo, y estas también son parte más que importante de las fiestas. Muchas de ellas no desmerecen en nada a las que lo hacen.
En nuestra fiesta carnavalesca, no falta la gastronomía, con un sin fin de “-adas” (pinchitada, cangrejada, gambada, erizada,...) que nos ayudan a mantener el tipo durante las horas que transcurrimos en las calles y peñas. De día o de noche podemos degustar de algunos de estos platos, muchos de ellos de forma gratuita.
Y por supuesto, todo ello se resume en la cabalgata final. Cabalgata que antaño fue de las más importantes de la provincia y que ahora, como un indicador más, va perdiendo brillo y renombre.
Para llevar a cabo todo esto, hacen falta buenos tipos, y no nos equivoquemos en este caso. No nos referimos a los disfraces sino a la gente que, gustándole el carnaval, no les importa emplear su tiempo en preparar agrupaciones, organizar actos, participar con su peña, y cómo no buscar recursos para que todo ello se pueda realizar. No dudan en pedir colaboración económica a empresas o comercios locales para que financien con su ayuda estas cuestiones.
Un barbateño que ha demostrado a lo largo de muchos años su afición al carnaval es Cayetano Lobón. Él, mejor que nadie, sabe lo que es elaborar un librillo de actos buscando publicidad. Él, mejor que nadie, sabe lo que es iniciar y poner a andar una peña carnavalesca, siendo socio fundador de peñas como “Los Robinsones”.
Nos gustaría señalar cómo este año, Cayetano, ha vuelto a demostrar como en estas lides hay muy poco que enseñarle. Su comparsa “Los pequeños Jabegueros” ha conseguido el primer premio, en modalidad infantil, en el concurso del agrupaciones del Gran Teatro Falla. No es la primera vez que se trae un primer premio para Barbate, y deseamos que no sea la última. Después de años sin pisar las tablas del Falla, ha sido llegar y topar. El tipo de los pequeños hacía referencia a algo tan barbateño como la jábega, demostrando como es un amante de su pueblo, de sus costumbres, etc.
Nuestro paisano, no sólo ha demostrado su pasión por el carnaval desde la participación con agrupaciones sino que, igualmente, supo como nadie encajar las críticas y sátiras que algunas agrupaciones le dedicaron cuando fue concejal de fiestas de nuestro Ayuntamiento. Concretamente el chiste fácil de muchos (que ahora tragan saliva para no ser mentados), no desdibujó la cara de Cayetano, quien siempre lo entendió como una cosa normal del Carnaval. Supo como nadie aceptar las letrillas, no protestó por ello, y no usó su cargo para cargar contra quienes lo hicieron. Tampoco lo hizo para beneficiar a unos u otros, o a si mismo en este mundo tan reñido. Y cuando dejó de ser concejal volvió a su trabajo, a recorrer las calles y barrios de Barbate, tomando a diario el pulso a la vida de su pueblo.
Pero no sólo por ello, Cayetano demuestra ser un buen tipo. Además sigue colaborando con su Peña “El Atún” en el carrusel de agrupaciones y en otras muchas actividades que desde esta peña se realizan. Saca tiempo para colaborar y coordina el Concurso “Pasodobles por la Paz” que se celebra en la calle Agustín Varo y que hace más de una década inició la “Plataforma el Retín”. Para ello, no duda en buscar, incluso en época de crisis, los recursos económicos que permiten hacerlo. Un buen tipo que siempre esta a punto para colaborar con las fiestas de su pueblo. Además del Carnaval, también colabora en otras fiestas (como la del Carmen) y en múltiples actividades lúdico-deportivas que han dado buena prueba de su entrega desinteresada.
Por eso, este observador plantea las siguientes observaciones:
Una primera observación que quisierasmos palntear es porqué no se le dedica, al igual que se le hizo con los cuplés, un pasodoble que reconozca todo lo dicho. Por si acaso aquí queda este artículo.
Una segunda y última observación que nos gustaría plantear es si serán capaces algunos carnavaleros de aguantar las críticas y chistes que ellos antes hicieron a otros que ocupaban los cargos que ellos ahora ocupan. Y todo ello sin premios en el Falla.
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