Hace unos meses el pleno corporativo aprobó, a propuesta del equipo de gobierno, el Plan general de Ordenación Urbana, que deberá guiar y regular el desarrollo urbanístico y, por lo tanto, socio-económico de nuestro municipio en los próximos años. Con ello, podríamos decir que el actual PGOU tiene sus días contados. Alguien incluso puede entornar aquello del “Plan a muerto viva el Plan”.
Este documento de suma importancia que en su avance (el cual no se parecía en nada a lo aprobado ahora) suscitó un gran debate político y social. Ha sido aprobado sin que nadie haya mostrado un punto de vista distinto al oficial, es decir, a la súper-mayoría municipal que rige nuestros destinos. ¿No resulta preocupante este monolitismo acromático de la opinión pública barbateña? ¿No resulta preocupante este silencio de todos? Afortunadamente y aunque no haya transcendido a la opinión pública, no todo el mundo ha callado. En este sentido, dos documentos han caído, en los últimos días, en mis manos relacionados con distintas alegaciones al este PGOU. De una parte, las presentadas por los vecinos de Zahora; de otra, las presentadas por una persona particular técnica en urbanismo que, durante las últimas décadas, ha venido presentado documentos como sugerencias, aportaciones y alegaciones a los distintos documentos sobre planeamiento urbanístico que han ido viendo la luz en Barbate. Nos referimos al Arquitecto Técnico Manuel Rivera Pareja.
Aunque con la misma finalidad (mejorar el actual documento), la naturaleza de estos documentos es distinta. De una parte, las alegaciones de Zahora vienen a recoger las peticiones, reivindicaciones y propuesta de los vecinos de esa zona que esperaban un proceso de regularización con el nuevo PGOU, el cual a su vez fuera coincide con un modelo de desarrollo no depredador del medio en aquella zona. De otra, las alegaciones de Manuel Rivera hacen referencia a distintos aspectos del Plan que no le afectan a nivel particular pero que desde su punto de vista podrían mejorar la calidad de vida de los habitantes de Barbate.
Intentaremos realizar una síntesis de las ideas que más nos han llamado la atención de ambos documentos, aunque, como siempre, lo ideal es leerlos de forma directa. En esta semana, nos centraremos en el documento de alegaciones de la Asociación de Vecinos de Zahora. La próxima haremos lo mismo con el segundo documento.
Como reza en algún lugar: “Todos no una pequeña aldea resisten”. Nuevamente y por enésima vez, los vecinos de esta zona del municipio de Barbate han tenido que presentar alegaciones que recogen sus demandas y propuesta para el urbanismo de la zona que habitan. Así, en un documento de mas de 50 paginas desarrollan 13 alegaciones que van desde la explicación del origen y situación actual del núcleo de población (pueblo) de Zahora, hasta la decimotercera que recoge las propuestas de la AAVV de Zahora.
A lo largo de las mismas, podemos leer cómo desde dicha asociación se considera que el PGOU vigente es una muestra de la falta de voluntad o capacidad política para solucionar los problemas de Zahora. Se denuncia incumplimiento municipal de convenio urbanístico y sentencia judicial. Por ello, entiende que hay una deslegitimación del Ayuntamiento, ante lo que ven la necesidad de una nueva formulación del avance del PGOU, que cuente con el respeto a los habitantes de Zahora y se aleja de lo que ellos consideran una arbitrariedad, como límite a la discrecionalidad del planificador para los vecinos. Y cito literalmente “la ordenación urbanística que para el ámbito de Zahora se contiene en el PGOU aprobado inicialmente carece de toda justificación y, sencillamente, no se comprenden los criterios (si es que existen) empleados para aplicar las diferentes determinaciones urbanísticas para un mismo ámbito en función de no se sabe qué pautas o criterios”, algo que según ello provoca que “en el documento de aprobación inicial del PGOU, la zona de Zahora, queda sorprendentemente dividida, en diferentes ámbitos, con diferentes clasificaciones y calificaciones de suelo, atendiendo a esa, de sobra, recurrida, “potestad discrecional del planificador, o de la administración”, que, al parecer todo lo engloba”.
No dejan de pasar por alto los altos coste de urbanización, y sobre todo plantean una “motivación incierta del cumplimiento de los parámetros fijados en el P.O.T.A. relativos a la dimensión del crecimiento urbano y techo poblacional en Barbate”, asegurando que la ordenación del PGOU vulnera la normativa sectorial y deja zonas desatendidas como la Cañada del Álamo y otras áreas pobladas de Zahora.
Frente a ello, los vecinos piden el “reconocimiento de la singularidad de la zona de Zahora, ya que se trata de una zona o ámbito territorial donde coexisten el uso rural con asentamientos urbanos, y se debe preservar tal peculiaridad, permaneciendo dentro de los parámetros de baja densidad existentes, donde convivan los diferentes usos: agropecuario, residencial y de turismo eminentemente rural, diferenciando la zona habitada y consolidada por la edificación, donde se deba completar la urbanización –saneamiento y abastecimiento de aguas (costeándose a través de “contribuciones especiales”), de las “calvas” de suelo deshabitado que pueda ser tratada de modo diferenciado, permitiendo un crecimiento de forma ordenada”.
Solicitan “el arreglo de la carretera de acceso a Zahora - Los Caños equiparándola como travesía. mantenimiento y mejora de la tipología y trazado actual de los caminos interiores, regulando el flujo circulatorio y creando nuevos caminos que conexionen el interior allá donde sea estrictamente necesario, respetando el medio ambiente, con especial atención a los acebuches y especies arbóreas protegidas”.
Además demandan el “suministro de agua potable y saneamiento y depuración de las aguas” la dotación de las instalaciones educativas necesarias (nuevo colegio) para la escolarización y creación de un centro cívico y cultural, con biblioteca y salas de reuniones (colegio actual)
55. Igualmente, piden la mejora de los servicios públicos y municipales: atención sanitaria, transporte urbano, recogida de basuras y limpieza viaria, vigilancia y refuerzo durante la temporada turística y como no la legalización de todas las edificaciones existentes en la zona.
Ante esto se nos antojan estas observaciones:
- Nuevamente, se puede estar perdiendo una oportunidad de oro de regularizar esa zona y dotarla de servicios y, sobre todo, de ponerla en valor fuera de los modelos desarrollistas del ladrillo puro y duro, los cuales ya han fracasado en otros lugares. Mientras tanto, miles de euros en impuestos se siguen perdiendo mientras la zona sigue sin tener ningún control.
- En relación a la falta de criterios objetivos en las diferentes calificaciones y clasificaciones del suelo en esa zona, no estaría de mas que se presentaran datos concretos como, por ejemplo, comprobar si en los últimos años y meses se han producido operaciones de compraventa de ese suelo, provocando concentración del mismo en pocas manos y que trato recibe en el PGOU. Esto podría ser bastante clarificador.
- De ser cierto que el ayuntamiento y su gobierno local, como máximo responsable, incumplen las sentencias judiciales ¿cómo extrañarnos que otros la incumplan?
- Por ultimo, es de esperar que este gobierno al menos respete lo que su propio partido ha regulado en materia de crecimiento urbanístico, de manera que los crecimientos de los suelos clasificados como suelos urbanizables no representen más del 40% de los suelos clasificados como suelo urbano y que no supongan incrementos de población superiores al 30% en ocho años. Como se suele decir, en materia de crecimiento las prisas no son buenas consejeras.
Este documento de suma importancia que en su avance (el cual no se parecía en nada a lo aprobado ahora) suscitó un gran debate político y social. Ha sido aprobado sin que nadie haya mostrado un punto de vista distinto al oficial, es decir, a la súper-mayoría municipal que rige nuestros destinos. ¿No resulta preocupante este monolitismo acromático de la opinión pública barbateña? ¿No resulta preocupante este silencio de todos? Afortunadamente y aunque no haya transcendido a la opinión pública, no todo el mundo ha callado. En este sentido, dos documentos han caído, en los últimos días, en mis manos relacionados con distintas alegaciones al este PGOU. De una parte, las presentadas por los vecinos de Zahora; de otra, las presentadas por una persona particular técnica en urbanismo que, durante las últimas décadas, ha venido presentado documentos como sugerencias, aportaciones y alegaciones a los distintos documentos sobre planeamiento urbanístico que han ido viendo la luz en Barbate. Nos referimos al Arquitecto Técnico Manuel Rivera Pareja.
Aunque con la misma finalidad (mejorar el actual documento), la naturaleza de estos documentos es distinta. De una parte, las alegaciones de Zahora vienen a recoger las peticiones, reivindicaciones y propuesta de los vecinos de esa zona que esperaban un proceso de regularización con el nuevo PGOU, el cual a su vez fuera coincide con un modelo de desarrollo no depredador del medio en aquella zona. De otra, las alegaciones de Manuel Rivera hacen referencia a distintos aspectos del Plan que no le afectan a nivel particular pero que desde su punto de vista podrían mejorar la calidad de vida de los habitantes de Barbate.
Intentaremos realizar una síntesis de las ideas que más nos han llamado la atención de ambos documentos, aunque, como siempre, lo ideal es leerlos de forma directa. En esta semana, nos centraremos en el documento de alegaciones de la Asociación de Vecinos de Zahora. La próxima haremos lo mismo con el segundo documento.
Como reza en algún lugar: “Todos no una pequeña aldea resisten”. Nuevamente y por enésima vez, los vecinos de esta zona del municipio de Barbate han tenido que presentar alegaciones que recogen sus demandas y propuesta para el urbanismo de la zona que habitan. Así, en un documento de mas de 50 paginas desarrollan 13 alegaciones que van desde la explicación del origen y situación actual del núcleo de población (pueblo) de Zahora, hasta la decimotercera que recoge las propuestas de la AAVV de Zahora.
A lo largo de las mismas, podemos leer cómo desde dicha asociación se considera que el PGOU vigente es una muestra de la falta de voluntad o capacidad política para solucionar los problemas de Zahora. Se denuncia incumplimiento municipal de convenio urbanístico y sentencia judicial. Por ello, entiende que hay una deslegitimación del Ayuntamiento, ante lo que ven la necesidad de una nueva formulación del avance del PGOU, que cuente con el respeto a los habitantes de Zahora y se aleja de lo que ellos consideran una arbitrariedad, como límite a la discrecionalidad del planificador para los vecinos. Y cito literalmente “la ordenación urbanística que para el ámbito de Zahora se contiene en el PGOU aprobado inicialmente carece de toda justificación y, sencillamente, no se comprenden los criterios (si es que existen) empleados para aplicar las diferentes determinaciones urbanísticas para un mismo ámbito en función de no se sabe qué pautas o criterios”, algo que según ello provoca que “en el documento de aprobación inicial del PGOU, la zona de Zahora, queda sorprendentemente dividida, en diferentes ámbitos, con diferentes clasificaciones y calificaciones de suelo, atendiendo a esa, de sobra, recurrida, “potestad discrecional del planificador, o de la administración”, que, al parecer todo lo engloba”.
No dejan de pasar por alto los altos coste de urbanización, y sobre todo plantean una “motivación incierta del cumplimiento de los parámetros fijados en el P.O.T.A. relativos a la dimensión del crecimiento urbano y techo poblacional en Barbate”, asegurando que la ordenación del PGOU vulnera la normativa sectorial y deja zonas desatendidas como la Cañada del Álamo y otras áreas pobladas de Zahora.
Frente a ello, los vecinos piden el “reconocimiento de la singularidad de la zona de Zahora, ya que se trata de una zona o ámbito territorial donde coexisten el uso rural con asentamientos urbanos, y se debe preservar tal peculiaridad, permaneciendo dentro de los parámetros de baja densidad existentes, donde convivan los diferentes usos: agropecuario, residencial y de turismo eminentemente rural, diferenciando la zona habitada y consolidada por la edificación, donde se deba completar la urbanización –saneamiento y abastecimiento de aguas (costeándose a través de “contribuciones especiales”), de las “calvas” de suelo deshabitado que pueda ser tratada de modo diferenciado, permitiendo un crecimiento de forma ordenada”.
Solicitan “el arreglo de la carretera de acceso a Zahora - Los Caños equiparándola como travesía. mantenimiento y mejora de la tipología y trazado actual de los caminos interiores, regulando el flujo circulatorio y creando nuevos caminos que conexionen el interior allá donde sea estrictamente necesario, respetando el medio ambiente, con especial atención a los acebuches y especies arbóreas protegidas”.
Además demandan el “suministro de agua potable y saneamiento y depuración de las aguas” la dotación de las instalaciones educativas necesarias (nuevo colegio) para la escolarización y creación de un centro cívico y cultural, con biblioteca y salas de reuniones (colegio actual)
55. Igualmente, piden la mejora de los servicios públicos y municipales: atención sanitaria, transporte urbano, recogida de basuras y limpieza viaria, vigilancia y refuerzo durante la temporada turística y como no la legalización de todas las edificaciones existentes en la zona.
Ante esto se nos antojan estas observaciones:
- Nuevamente, se puede estar perdiendo una oportunidad de oro de regularizar esa zona y dotarla de servicios y, sobre todo, de ponerla en valor fuera de los modelos desarrollistas del ladrillo puro y duro, los cuales ya han fracasado en otros lugares. Mientras tanto, miles de euros en impuestos se siguen perdiendo mientras la zona sigue sin tener ningún control.
- En relación a la falta de criterios objetivos en las diferentes calificaciones y clasificaciones del suelo en esa zona, no estaría de mas que se presentaran datos concretos como, por ejemplo, comprobar si en los últimos años y meses se han producido operaciones de compraventa de ese suelo, provocando concentración del mismo en pocas manos y que trato recibe en el PGOU. Esto podría ser bastante clarificador.
- De ser cierto que el ayuntamiento y su gobierno local, como máximo responsable, incumplen las sentencias judiciales ¿cómo extrañarnos que otros la incumplan?
- Por ultimo, es de esperar que este gobierno al menos respete lo que su propio partido ha regulado en materia de crecimiento urbanístico, de manera que los crecimientos de los suelos clasificados como suelos urbanizables no representen más del 40% de los suelos clasificados como suelo urbano y que no supongan incrementos de población superiores al 30% en ocho años. Como se suele decir, en materia de crecimiento las prisas no son buenas consejeras.
1 comentario:
el Ayuntamiento de Barbate ha presentado 31 PROYECTO al Fondo Estatal de Inversión Local,cuyo presupuesto asciende a la cantidad de 3.996.749 €, que financia íntegramente la Administración General del Estado.
La precariedad existente en la zona de Zahora Los Caños justifica sobradamente que se hubiese incluido algún proyecto para mejorar esta situación de falta de servicios que tanto se necesita la población de Zahora.
Pero no creemos que este gobierno se haya acordado de Zahora
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