sábado, 20 de junio de 2009

Barbate espacio de Paz




Hoy este observador quiere dedicar un tiempo al proyecto Barbate escuela espacio de Paz. Hace unos años, los centros educativos del municipio se sumaron a una iniciativa de la consejería de Educación de la Junta de Andalucía que posibilitaba el diseño y puesta en marcha de programas de escuelas espacio de Paz.
La experiencia nació como un intento de sistematizar y unificar todas las actividades y actuaciones que se realizaban en el municipio en torno a la paz y la convivencia. Así, por ejemplo, las celebraciones del día de la paz y no violencia, de la violencia de género, etc., fueron coordinadas por los distintos centros de la localidad.
Otro elemento ya existente que pasó a formar parte de este proyecto fue el concurso escolar de dibujos “Barbate por la Paz”. Este concurso fue puesto en marcha por la gente que quedaron en la Plataforma del Retín una vez que pasaron grandes movilizaciones contra la instalación de los polvorines en el Campo de Tiro. Lleva ya más de un década celebrándose. Antes en la Casa de la Cultura; ahora, tras la conversión de la sala de exposiciones en un archivo, el concurso se celebra en el CEIP Bahía de Barbate.
Miles de dibujos han sido colgados y descolgados de las paredes de estos edificios durante años, cientos de premios repartidos, pero sobre todo queda el trabajo de muchas personas que durante años coordinaron le hicieron posible este concurso, encargándose de tener las hojas para los dibujos, de llamar a los miembros del jurado, de encargase de los premios, de preparar el acto, etc.
Profesoras como Charo Gómez y Mari Carmen González han estado ahí durante todos estos años. Un gran mérito si se tiene en cuenta: que este acto no ha contado con un verdadero apoyo institucional a nivel municipal, como ejemplo podemos decir que incluso algunos años ha faltado la megafonía de la Casa de la Cultura. Quizás esto haya sido así porque nuca ha sido rentable para los poderes establecidos y sus políticas populistas.
A estas actividades se unieron otras que tuvieron una vida mas efímera: los juegos en la playa que se hacían por algunos centros, cuando se acercaba la época de vacaciones, se generalizaron a todos lo colegios, en ellos niños y adultos convivían durante una mañana realizando actividades lúdicos deportivas. Interesantes valores se transmitían en esta iniciativa: el juego en común, cooperativo, el esfuerzo, pasarlo bien con los demás, etc. son algunos de ellos.
Un papel fundamental jugaba en la organización de estas actividades el profesorado de Educación Física, que altruistamente diseñaban las actividades y coordinaban su puesta en práctica, en la que colaboraban asociaciones como la de voluntarios medioambientales.
Más corto recorrido tuvo el festival Barbate por la Paz. Un gran trabajo de Rafael García, profesor del IES Torre del Tajo, al frente de un taller de karaoke con el cual implicaba al alumnado y también a las familias y al profesorado dio lugar hace unos años a un gran festival musical en parque Infanta Elena. Durante varias horas y pese a la amenaza de lluvia, familias completas llenaron el Parque para ver las actuaciones de sus hijos e hijas, pero también y sin ningún reparo la de madres y padres y profesorado.
El acto no pudo quedar mejor pero no hubo posibilidad de repetirlo en años posteriores a escala local. Si sigue funcionando el taller en el IES Torre del Tajo es, sin duda, gracias al esfuerzo del profesor que lo inicio y continúa.
Otras muchas actividades han vendió acoplándose al Proyecto que en sus orígenes recibió el nombre de “Faenando por la Paz”. Al concurso de dibujos se unió el de relatos por la Paz para el alumnado de Secundaria. Las actividades el día contra la violencia de género entraron de lleno en los centros educativos en colaboración con las profesionales de los servicios Sociales que trabajan en defensa de las políticas de igualdad y protección de las mujeres.
Los talleres de sentimientos y valores donde cada mes se trabajaba un valor o sentimiento, los recreos para la paz actividad que coordinada desde la asociación ASIQUIPU y que con personal voluntario realizaron juegos tradicionales en los centros educativos, al tiempo que se fomentaron los no sexistas, no violentos, medioambientales, etc.
Otra actividad muy vistosa y de gran participación resultó la Cadena humana por la Paz, condiciendo con alguna de las recientes guerras que se han producido en el mundo.
Durante un año, también se realizaron programas de radio, algunos elaborados por alumnos y otros donde en un pequeño coloquio entre representantes de los sectores de la comunidad educativa se daba a conocer el proyecto a todo el pueblo.
Con el paso del tiempo y de los años, algunas personas que iniciaron el proyecto, y que lo coordinaron en sus primeros años, dejaron paso a otras que lo revitalizaban, al tiempo que introducían cambios al diseño original y se aportaban nueva visones. Por ello son muchas las personas que han pasado por este proyecto aportando lo mejor de cada cual.
Desde hace un tiempo el proyecto es coordinado por Luis Valverde Luna profesor de arte del IES Trafalgar. Este artista docente ha insuflado el proyecto de actividades plásticas artísticas que, además de fomentar los valores que definieron la experiencia desde sus orígenes, ha posibilitado ir llenando distintos rincones del pueblo con obras plásticas.
Así, cuando entramos por la carretera de Zahara, encontramos un monumento dedicado a la Paz. Igualmente, cuando vamos por el paseo marítimo, podemos ver los bloques de colores y la escultura puesta allí por este artista. Más recientemente se ha inaugurado el mural sobre coeducación y paz.
Una sola observación: estas actividades se han realizado, sin duda, gracias a la colaboración desinteresada de muchas personas, fundamentalmente profesorado de la localidad, pero también voluntarios y asociaciones. A todas las actividades mencionadas habría que añadir otras muchas, hasta completar una gran lista, y obvio resulta que para tanta actividad muchas fueron las energías precisas, y por lo tanto muchas las personas que las hicieron posible. Este proyecto ha demostrado de forma simple cómo se pueden hacer las cosas de manera cooperativa y mirando por el interés general, sin pedir nada a cambio, algo que se podría aplicar a otras esferas de la vida local.
Pero, sobretodo, estas actividades han llenado durante varios años el espacio del fomento de la paz y el respeto a valores universales, algo que ha hecho que en esos momentos Barbate haya sido un espacio de paz.

miércoles, 10 de junio de 2009

Barbate desde arriba


Esta semana se ha inaugurado la exposición fotográfica “Desde arriba” con fotografías aéreas de Barbate. Nuevamente, Fernando Rivera y Juan Daza vuelven a traernos parte de la historia visual de nuestro pueblo. Son ya varios los trabajos realizados por este dúo barbateño, amantes de la fotografía y de su municipio. A los libros de fotos “Barbate, imágenes de ayer”, que tuvieron una grandiosa acogida en la opinión pública local, se unen también el trabajo sobre “El bombardeo del Churruca”, ilustrado con fotos sobre aquel episodio histórico y que contó con la colaboración de Francisco Malia Sánchez, y las exposiciones gráficas sobre el municipio.
Esta muestra, en concreto, nos permite conocer el desarrollo urbanístico del núcleo de población a lo largo del siglo XX. Ni que decir tiene que la historia reciente de Barbate queda ilustrada con esta selección fotográfica realizada por ellos.
Llama la atención ese llamado “periodo de oro” de la localidad barbateña, en torno a los años 60, durante los cuales el despegue económico local, basado en la pesca y la manufactura de los productos del mar, generó dividendos y beneficios bastante importantes. Muchas de las fotografías no pueden abstraerse de esta situación económica y social, y por eso muestran, sin querer, las numerosas naves, dedicadas a la transformación de los productos pesqueros, que jalonaban nuestro río.
También podemos observar en estas fotografías el crecimiento urbano a partir del primer núcleo de población, centrado en torno a la calle Real y zonas adyacentes. Así, Barbate se podía dibujar como un centro urbano que se esparcía hacia el este con las Casetas del Río, donde se encontraba el matadero y el campo de fútbol, y que tenía como límite el “Pozo Montano”. Por el oeste, una inmensa playa mostraba cómo aún el pueblo, por esa fecha, daba la espalda al mar para mirar sólo al río. La falta de control permitió que se construyera en zonas costeras que hoy en día, y con la legislación vigente, estaría totalmente prohibido. De esta forma y en años posteriores, Barbate ganó un paseo marítimo, pero perdió sin duda parte de su playa.
Cruzar la antigua Avenida Generalísimo por el norte, conllevaba adentrarse en el Pinar. Las incipientes construcciones de viviendas sociales en la barriada San José y zonas lindantes muestran el inicio de las políticas tardofranquistas en materia de vivienda. Política que no daba respuesta a las necesidades de la gente que, buscando una forma de ganarse la vida, llegó a borbotones durante estas décadas, dando lugar a la configuración de un elemento urbanístico depravado como fue el Zapal, lugar que llegó a acuñar incluso un topónimo y, nos atrevemos a decir, una categoría social en aquella fecha. Tal es la importancia de este fenómeno chabolista que las dimensiones que se aprecian en algunas fotografías nos hacen plantearnos cómo se pudo mantener durante tantos años una situación tan injusta. La respuesta no deja de ser obvia. En una época falta de derechos sociales, nada podía ser reclamado y todo era entendido como realizado por la caridad de los otros.
Igualmente, esta exposición fotográfica, que nos ayuda a comprobar visualmente el crecimiento urbanístico, nos permite plantearnos qué hubiese sido de nuestro pueblo si realmente hubiese dominado el sentido común y el interés público general. Un pueblo que aún en los 60 estaba por hacer en un importante porcentaje podría haber tenido en cuenta muchas de las tendencias urbanísticas que, por aquella fecha, empezaban a desarrollarse en las grandes ciudades. En este sentido, podríamos haber tenido unas calles más anchas y transitables, mayores zonas verdes, suelo para servicios…etc. Sólo la zona conocida popularmente como “las Casas Baratas”, apuntaba esta intencionalidad y daba una nueva trama acorde con los tiempos en los que fueron construidas. Lamentablemente, el devenir de los años ha hecho que esas viviendas aparezcan hoy por hoy como un conglomerado de casas que nada tienen que ver unas con otras, perdiéndose toda la identidad que tenía. Lo lógico hubiese sido que las reformas y adecuaciones de estas viviendas se hubieran hecho todas ellas siguiendo unos patrones que mantuviesen el mismo estilo.
Nos permiten estas fotos también apreciar algunos de los edificios emblemáticos de nuestro pueblo, prácticamente desde los años de su construcción: grandes viviendas, edificios públicos, chalets a las afueras que hoy han quedado integrados en el pueblo,…son algunos ejemplos. Esperemos que la protección que recoge el nuevo PGOU para muchas de estas construcciones sea real y no quede en una mera declaración de intenciones. Construir la historia de nuestro pueblo debe comenzar por respetar y no destruir sus edificios emblemáticos.
Esta y otras muchas observaciones, que sin duda se nos pueden escapar, se pueden hacer a partir de la visita a esa exposición fotográfica “Desde Arriba”. Es necesario que estas actuaciones individuales empiecen a cuajar en movimientos asociativos que aúnen los esfuerzos de gente como Juan y Fernando, a quienes gusta compartir imágenes que recuperan del pasado para dar identidad a su pueblo.
Pero permítase a este observador hoy resaltar la figura de Juan Daza. Él, al igual que su compañero Fernando y otros muchos barbateños y barbateñas, es una persona que quiere a su pueblo. Pero quienes lo conocemos personalmente y tenemos la suerte de gozar de su amistad, sabemos que Juan además conoce la grandeza de compartir. Compartir las fotos que descubre de su Barbate y sus habitantes. Fotos que rescata del olvido robándole tiempo al sueño cuando finaliza su trabajo cotidiano. Ni que decir tiene que Juan, como amante de su pueblo, no logra ver a Barbate sin ese maravilloso don que es el Parque Natural, que defendió desde su compromiso ecologista y naturalista y del que suele disfrutar muchos días en compañía de su familia. Y como amante de su pueblo, siempre está dispuesto a colaborar con lo que se le pida y, con un espíritu de superación envidiable, no duda en ayudar en cosas tan variadas y complejas técnicamente como la edición de un vídeo para todos los alumnos de las clases en las que han estado sus hijas, sin pedir nada a cambio y entregándolo todo. Gracias por todo ello.