miércoles, 22 de abril de 2009

Acelerón

La semana pasada, planteábamos la importancia que los cambios de gobierno realizados por el presidente Zapatero podían tener para nuestro municipio. Ya se sabe, no sólo porque pertenezcamos a España, sino por las promesas que algunos políticos andaluces hicieron con este pueblo.
Como es lógico, durante toda la semana columnistas, tertulianos,…han comentado los sucesivos movimientos y actuaciones gubernamentales y los efectos que pueden tener. Particularmente, me ha llamado la atención la expresión usada para justificar los cambios de gobierno. En este sentido, el presidente del gobierno ha venido a referir que dichos cambios tienen la intención de acelerar las actuaciones políticas para hacer frente a la crisis. Hemos podido leer como ha ordenado “a sus ministros que aceleren al máximo, dentro de la ley, todas las medidas de estímulo de la economía, con el propósito de anticipar la recuperación” y ya se ha hecho famosa esa expresión de que "si la situación es de emergencia, los ritmos de trabajo tienen que serlo también".
Y eso es lo que realmente necesita la economía española y la barbateña en particular. Pero, un acelerón ¿hacia dónde? ¿Se volverá a repetir el modelo de desarrollo económico impuesto en los años 80 y 90, basado, fundamentalmente, en la especulación urbanística? ¿Servirá de algo la advertencia el informe Auken? Este informe, recibe el nombre de la diputada verde danesa Margrete Auken, y en él incluso se llega a pedir que “se congelen los fondos comunitarios para España hasta que se resuelvan los abusos urbanísticos denunciados en Bruselas por ciudadanos de varios países de la UE”. Dicho informe recoge cómo la mayoría de los planes de ordenación urbanística no respetan el medio ambiente.
Salir de la crisis, por lo tanto, se nos antoja que no puede ser ahondando en los males endémicos de nuestro sistema económico. Por el contrario, es más necesario que nunca buscar nuevas formas para intentar compatibilizar las comodidades materiales que disfrutamos en los países desarrollados con un desarrollo mínimo en todas las partes del mundo. La crisis está presente en el mismo momento que consideramos que la alarma social únicamente debe saltar cuando los que hemos tenido la suerte de nacer en una determinada latitud y longitud, vemos amenazadas algunas de las cosas que gozamos.
Ahora, en los países desarrollados, se muestran como indicadores de la crisis en que muchas personas busquen su comida en la sobra de los grandes supermercados, o se alimenten dentro de las grandes superficies comerciales, mientras llenan un carro con artículos de compra que luego dejarán tirados en cualquier rincón, pues no tiene dinero para pagarlo. Indicador de crisis es, igualmente, que muchas familias dejen de recibir sus prestaciones sociales mínimas y que, por lo tanto, se pongan en peligro las más mínimas condiciones que garantizan cubrir sus necesidades básicas.
Pero, ¿por qué no nos planteamos, desde hace cuántos años, familias, miles, millones de familias no tienen cubiertas sus necesidades básicas? ¿Por qué no tomamos también como un indicador de esta crisis los millones de personas que mueren de hambre diariamente en el mundo? En una sociedad global, como a la que nos quieren conducir, deberíamos empezar a pensar globalmente también en los problemas del planeta, y entre ellos, no cabe duda que la situación de abandono que sufren millones de seres humanos es un indicador más que claro de la crisis de la humanidad, por no mencionar otros elementos igualmente importantes y preocupantes como el cambio climático.
Resulta difícil entender que los que realmente mueven la economía mundial de esta aldea global, con las transacciones económicas que se realizan en las grandes bolsas y mercados mundiales, estén verdaderamente preocupados por alcanzar un nuevo modelo económico que impida la situación de crisis creada en el primer mundo, pero a su vez que busque la supresión de la crisis permanente que viven millones de personas. Por poner un ejemplo, cuando hay hoy mismo niños que no tienen nada que llevarse a la boca, la producción de cereales en el mundo está vendida incluso para años venideros.
Ante esta situación global, recuerdo la expresión que un amigo me dio a conocer hace años y que no es otra que “piensa globalmente y actúa localmente”. Con ella se intenta digerir esta contradicción de quienes, teniendo la suerte de haber nacido en una zona agraciada, entienden que el sistema que le posibilita estos “privilegios” es, principalmente, injusto, y, por ello, merecedor de ser candidato.
Actuar localmente significa que desde nuestro entorno más inmediato vamos a intentar discernir y analizar cuáles pueden ser los comportamientos que conlleven perjuicios para el resto de la humanidad, pero también es preocuparte por mejorar tu entorno más inmediato, porque si cada comunidad mejora sus condiciones de vida desde la toma de decisiones libres y responsables, la suma de las mejoras locales conllevará sin duda una mejora global. Por ello, nuestro municipio tiene mucho para actuar localmente.
Así, la situación de crisis que padece ahora el sistema viene siendo sufrida o padecida por los barbateños y barbateñas desde hace años. Lamentablemente, y a pesar de las múltiples promesas, las medidas iniciadas o bien no se han cumplido o bien no se han concluido. Se han iniciado sin ser finalizadas. Como ejemplo, tenemos el polígono industrial. Posiblemente uno de los polígonos que mayores recursos públicos ha tenido (recibió dinero del extinto Ministerio de Agricultura y Pesca, y de la Zona Franca de Cádiz). Hoy en día, siguen sin concluirse sus obras, no cuenta con depuradoras, cientos de metros cuadrados están en barbecho, ya que han sido vendidos por sus primeros adjudicatarios a quienes, teniendo el dinero suficiente, han vuelto a acaparar el suelo, impidiendo el desarrollo industrial del mismo. No menos lamentable es que algunas de las industrias allí afincadas hayan recibido igualmente millones de euros de los fondos públicos y no haya generado los puestos de trabajo que se esperaba. O lo que es peor: que en plena crisis, la falta de sensibilidad empresarial tenga el resultado de un conflicto socio-laboral que limita la capacidad económica de los de siempre, es decir, los más débiles. Todo ello, después de haber recibido importantes subvenciones de la Junta de Andalucía, e incluso la visita de altos cargos de esta administración.
Desde la barrera, el toro de la crisis se ve más lejos. Pero ello no impide que cuando dicho toro amenaza la vida de a quien le toca lidiarlo, uno también se puede sentir atropellado. Por ello, las siguientes observaciones.
La primera observación es la necesidad que se aprecia de activar de una vez por todas el funcionamiento del polígono industrial, aunque para ello el alcalde tenga que afrontar alguna situación que no le resulte cómoda.
Una segunda cuestión (y al hilo de lo del polígono) es que hemos escuchado que con el plan Bolonia, el sistema de becas para los hijos de los trabajadores se modificará de manera que se establecerán becas préstamo que se tendrán que ir devolviendo una vez que el estudiante comience a trabajar. ¿Por qué no se aplica este mismo criterio para las ayudas que se dan a los empresarios, de manera que cuando estos no cumplan deban devolver íntegramente todas las prestaciones que han recibido del dinero público y por lo tanto de todos nosotros?
Por último, nos podemos plantear que si el presidente Zapatero ha realizado cambios en su equipo de gobierno para acelerar las actuaciones frente a la crisis, ¿qué se debería de hacer en nuestro ayuntamiento para obtener el mismo efecto? Posiblemente no bastaría con acelerar, sino que necesitaríamos un acelerón.

miércoles, 15 de abril de 2009

¿Y ahora qué?

El presidente Rodríguez Zapatero, ha realizado nuevos cambios en su gobierno. Desde la barrera, se nos antoja que este debe ser un proceso muy difícil, pues deben ser muchas las variables que se debe tener en cuenta para llevar a cabo los cambios. Sobretodo, por que este proceso debe llevar grandes tareas de análisis y reflexión. No sólo se trata de organizar las labores de gobierno, sino que asimismo se debe buscar y escoger a quienes puedan desempeñarlas mejor.

Son muchas las personas que han dirigido este país desde el 2004 (en concreto 35 han tenido la responsabilidad de dirigir un ministerio) y tan sólo cuatro han seguido en el gobierno. Ante esta situación, nos podemos plantear lo siguiente: ¿qué criterios se manejan y quién los maneja para tomar tan importantes decisiones? ¿Es fruto de un proceso individual del presidente o por el contrario cuenta con un núcleo duro en el cual se apoya para tales decisiones? ¿Sólo cuentan los criterios de funcionamiento o también pesan las relaciones personales?

Los cuatro supervivientes de Zapatero: De la Vega, Moratinos, Espinosa y Salgado han desempeñado sus cargos desde el principio o bien han ido asumiendo diferentes responsabilidades a lo largo de estos años. Por cierto, la ministra Elena Espinosa (una de las supervivientes) visitó nuestra localidad cuando el trágico suceso del nuevo Pepita Aurora.

Como es normal, este cambio de gobierno genera una cantidad de información que emana de todos los sectores sociales y políticos. Primero, desde la propia presidencia, intentando explicar algo que, como hemos visto, puede ser complejo, ya que cualquiera no puede acceder a los motivos reales de la toma de esas decisiones.

Por supuesto, los grupos políticos también han aportado su opinión, tanto el que apoya al gobierno como los que están en la oposición. Hemos podido leer cómo el partido del gobierno ha intentado focalizar los cambios para generar ilusión sobre las posibilidades de salir de la crisis. Así, Ramón Jáuregui (PSOE), ha manifestado: “Se pretende un nuevo liderazgo en la gestión económica”. Como es normal, el PP critica que en el cambio de Gobierno de Zapatero haya "primado el partidismo sobre la capacidad de gestión”. Otros partidos como IU ve el cambio como un mero "cambio de ritmo" que no ayudará ante la crisis. Por su parte, CiU ve una 'huida hacia adelante' y el PNV apunta que el problema está en Zapatero.

También, los sectores sociales, tanto sindicatos como empresarios, han dado su opinión. Así, pudimos leer como CC.OO. y UGT saludan los cambios y esperan que el nuevo Gobierno de un impulso al dialogo social. Por su parte, el empresariado a través de la CEPYME dice que los nombramientos tienen más carga política que anteriores y el trabajador autónomo desde ATA celebra el cambio de Gobierno y confía en que implique una nueva política económica.

A todo ello, habría que unir las numerosísimas columnas de opinión y tertulias radiofónicas o televisivas a las que ha dado lugar. Opiniones para todos los gustos.

Como se ve, este asunto de cambios en el gobierno es de un gran calado y no deja indiferente a nadie, pero en este caso creo que a muchos andaluces y andaluzas nos habrá llamado la atención como Chaves renuncia al acta de diputado andaluz y a la Presidencia de la Junta. La entrada en el gobierno del ya dimisionario presidente de la Junta de Andalucía resulta algo curiosa, ya que se trata de un presidente de una comunidad autónoma tan importante como la nuestra, que ha ganado hace escasamente un año las elecciones por mayoría absoluta con 2.148.328 votos.

Esta decisión política también ha sido valorada. Desde la barrera, puede entenderse como una decisión que puede augurar un escenario mucho peor para Andalucía. Una comunidad cuyo modelo económico se ha basado fundamentalmente en el sector de construcción y en el de servicios relacionados con el turismo, es mucho más vulnerable a la situación de crisis que se vive. Por ello, una salida a tiempo puede suponer un intento de cambio de imagen de cara a las próximas elecciones autonómicas. Pero este cambio del gobierno central, que también supone un cambio en el gobierno andaluz, puede ser entendido como un movimiento más en la renovación de los cargos autonómicos, uniéndose así a la larga lista de los Ibarra, Bono, Maragall, etc. O quién sabe, quizás haya un poco de todo.

Esta remodelación gubernamental, además de afectarnos como andaluces, también nos afecta como barbateños y barbateñas. Recordemos que el que hasta hace unos días presidente andaluz se comprometió con Barbate en la persona del candidato a la alcaldía de su partido durante las elecciones municipales, prometiendo impulsar las medidas políticas necesarias para cambiar la situación crítica de nuestro municipio.

No en vano, el 23 de mayo del 2007 y en plena campaña electoral municipal, nuestro pueblo recibió su visita para apoyar al candidato de su partido en Barbate. Esa tarde en el Parque Infanta Elena, y ante un gran público, dijo lo que la gente quería escuchar, es decir: que todo se arreglaría, que las inversiones llegarían a nuestro pueblo, que el candidato de su partido era el elegido para cambiar la situación de Barbate y que para ello contaría con toda la ayuda desde la Junta de Andalucía. Concretamente, pudimos leer las siguientes palabras del ahora ministro Manuel Chaves: “Rafael vas a contar conmigo, porque yo te voy a ser fiel y se que tú también lo vas a ser conmigo, y porque el proyecto que quieres para Barbate, es también el mío”, además de asegurar que los barcos de Barbate pescarían con luces en pocos meses.

Por ello, no es de extrañar que ahora puedan surgir algunas dudas sobre el cumplimento de esas promesas. De manera que no queden, como otras tantas veces cuando altos cargos gobernantes políticos de distintos signos han visitado nuestro pueblo, y todo ha quedado en simples promesas electorales que se olvidan una vez terminadas las elecciones.

Algunas observaciones en torno a este asunto:

La primera, es que no deja de resultar curioso que lo que no se ha conseguido en las urnas a través millones de decisiones individuales se consiga con una decisión unipersonal. Esto muestra el verdadero peso de los partidos políticos en nuestra “democracia”. ¿Cómo se puede justificar que una persona que libremente se compromete al gobierno de Andalucía por cuatro años deje esta responsabilidad en el primer año? Sólo un motivo personal grave que le impidiera seguir en la vida publica sería comprensible, ya sea por una cuestión física o ideológica (como ya pasó con Rafael Escudero).

La segunda observación, y desde un punto de vista pesimista, hace referencia a la situación de orfandad en la que se puede quedar nuestro pueblo. ¿Corren peligro el cumplimiento de las promesas si la persona que se comprometió públicamente deja el cargo que desempeñaba? ¿Asumirá el nuevo presidente de la Junta los compromisos hechos por el anterior? ¿Hay algún documento que recoja esos compromisos firmados y que obliguen a su cumplimiento? Uno, en estos casos, se conformaría tan sólo con que el anterior presidente haya dejado, aunque sea en un trozo de papel escrito, el nombre de Barbate como un asunto pendiente. Y en todo caso, si esto no ocurriese, tampoco dudamos de la capacidad de influencia de los dirigentes locales del PSOE para entrevistarse con el nuevo presidente de la Junta y recordar, en todo caso, las promesas que hizo el anterior.


La tercera y última observación, para que no se tache a este observador de derrotista, se realiza desde posturas más optimistas. Así, podemos, en todo caso, valorar de forma positiva la posibilidad que se abre ahora para con Barbate. Si vemos el lado bueno, podemos imaginar (que no cuesta dinero) que ahora Barbate, con este cambio de gobierno, puede tener más ventajas, pues el compromiso de Chaves como presidente de la Junta se mantendrá y además Barbate contará con un importantísimo aliado en el gobierno de España, nada más y nada menos que el tercer vicepresidente que suponemos que es la misma persona que ofreció fidelidad al actual alcalde, para afrontar los procesos de transformación y cambio que tan necesarios son en nuestro municipio.

lunes, 6 de abril de 2009

Planificar para que algo quede.

Crisis puede ser la palabra más repetida en los últimos meses, tanto en los medios de comunicación como en cualquier conversación cotidiana. La situación creada a raíz del crecimiento ficticio de la economía mundial, que hundió sus pies de barro en un exacerbado modelo consumista y especulativo, hace que muchas personas estén pasando por situaciones traumáticas en sus vidas al no poder hacer frente a las deudas contraídas.

Los grandes poderes mediáticos, que usan las más sofisticadas técnicas psicológicas y sociológicas, nos hicieron creer a la gente de a pie que el mundo estaba a nuestras manos y que podíamos acceder a cualquier bien de consumo tan solo con realizar una llamada a una agencia crediticia, que nos facilitaba, en poco tiempo, los euros necesarios para permitirnos “nuestro capricho”. Todo ello, con unos importantes intereses que aumentaban de forma alarmante el valor real del producto. Pero no importaba.

Nuestro modelo económico, igualmente, nos hacía pensar que todos podíamos disfrutar de cuantas cosas quisiéramos y, de esta manera, nos igualábamos supuestamente a quienes realmente sí pueden hacerlo, por su poder adquisitivo.

Las segundas viviendas, los coches de lujo, la última moda, las zapatillas de deporte de marca…se pusieron a la orden del día. Y, en el peor de los casos, algunas personas no se conformaban con tener algo, por ejemplo una buena casa, sino que lo querían todo, es decir, además de la casa, querían el mejor coche, las mejores zapatillas, la segunda vivienda, salir de copas…

Algunos que participaban en el “boom” de este sistema económico, y que por lo tanto tenían sueldos ajustados a la demanda del mercado y no a su cualificación profesional, creyeron que su nivel de vida sería para siempre, sin tener en cuenta que, cuando el mercado cayese, su mano de obra se desvalorizaría y su nivel de vida bajaría de forma significativa.

Ahora en plena crisis, que empezó como una recesión pero ya nadie la niega, muchos de esos trabajadores que ganaron grandes salarios tienen que ser socorridos con iniciativas gubernamentales para poder cubrir sus necesidades básicas una vez que han agotado la prestación del subsidio de desempleo y su prórroga o, como se conoce cotidianamente, ayuda. Sin embargo, ahora estos trabajadores ven cómo su salario no tiene nada que ver con otras situaciones y cubren tan sólo la subsistencia mínima de una familia.
Como decimos, estas iniciativas de las que venimos escuchando hablar desde hace unos meses suenan ya tanto como la palabra “crisis”. Como una soterrada forma de hacer más corta la espera de quien desespera por su situación laboral. Así, si al mismo tiempo que escuchamos en las noticias de radio, de televisión o leemos en los principales diarios el término “crisis” y lo acompañamos de otros términos como “planes de empleo” o “programas de inversiones públicas”, muchas de las personas que en los últimos meses han pasado a engrosar las listas del paro recibirán un destello de esperanza, pensando que porqué él no puede ser uno de los que pueda acceder a ese nuevo trabajo.

Uno de estos planes es el MEMTA, que recoge una serie de Medidas Extraordinarias para la Mejora de la Empleabilidad de las Personas Demandantes de Empleo y que consiste, según palabras de la administración autonómica, en un plan de choque para evitar el incremento del desempleo en la región. Para ello, se contará con 100 millones de euros que beneficiará a más de 130.000 parados andaluces. En el mismo, el Gobierno Central aportará un total de 47 millones de euros, mientras que la inversión de la administración autonómica ascenderá a los 53 millones. Todo este dinero, servirá para poner en marcha una serie de medidas para incidir en la orientación e inserción laboral de los demandantes de empleo.

Vaya por delante que este tipo de medidas las vemos como necesarias y de justicia social. Nos congratula que, desde el Estado, no se dude en intervenir en la economía para intentar corregir “los defectos del mercado”. Nos alegramos de que, desde la hacienda pública, se libren partidas presupuestarias para los trabajadores y que no vayan dirigidas exclusivamente a las grandes empresas o a los bancos. Queremos, igualmente, mostrar nuestra satisfacción porque estas ayudas lleguen a nuestro pueblo como están llegando al resto de municipios de toda Andalucía.
En los últimos días, hemos podido leer como más de cincuenta desempleados se incorporan en Barbate al citado plan MEMTA. Estas personas, muchas de ellas ligadas a tareas del sector de la construcción (albañiles, pintores, fontaneros, electricistas) merecen esta oportunidad de volver a su actividad laboral. Muchas de estas personas, aun siendo vecinos y vecinas, no trabajaban en nuestro municipio, sino en otros lugares donde el “boom” urbanístico necesitaba de una ingente cantidad de mano de obra.

Ahora, con estos contratos, y según hemos podido leer, al parecer se van a afrontar varios proyectos de mejora urbanística. Todo ello, según se dice desde la concejalía de Fomento del Ayuntamiento de Barbate. Esperemos que algunos de estos proyectos que llevan años empantanados como el arreglo de la barriada de Fátima, vean de una vez su fin.

Sin embargo, por el contrario, nos preocupa que estas medidas, que se hacen con dinero público, se realicen sin ningún rigor ni planificación y sus resultados no sean todo lo efectivo que debiera. Creemos que es más que necesario que se realicen con criterios objetivos, que permitan la igualdad de oportunidades y no que no sean aprovechadas de manera discriminatoria por unos pocos. Por ello, nos gustaría hacer las siguientes observaciones:

Estos contratos de tres meses son tan sólo una pequeña ayuda. Claro que, en la situación actual, una ayuda por muy pequeña que sea no viene nada mal. Por ello, sirva esta primera observación: ¿Dichos contratos tienen en cuenta la continuidad de manera que se pueda afrontar proyectos completos que no queden a medio terminar?

Una segunda observación, es que para muchos de los seleccionados, quizás es lo más importante que les ha podido pasar en los últimos meses, ya que han podido ver ese hilo de esperanza del que hablamos anteriormente. Por ello, seguro que han sido festejados y por lo tanto deben ser bienvenidos por el conjunto de la ciudadanía. Sin embargo, no se debe perder la perspectiva. En este sentido, consideramos que en un municipio con una altísima tasa de paro 56 contratos de tres meses resultarán insuficientes.

Por eso, nos parece excesivo que se califiquen estos 56 contratos de tres meses como “un impulso importante para la sociedad barbateña en los tiempos que corren”. No comprendemos como, desde el gobierno local, se pueda afirmar que “se han creado” 56 puestos de trabajo. Basta recordar que estos planes de choques son transitorios, y que por lo tanto pronto se destruirán dichos puestos de trabajo.

Una última observación, a modo de pregunta. ¿Podemos tener la certeza de que nuestro gobierno local tiene todo planificado y estudiado para que dichos contratos, además de ser una ayuda para estas personas en paro, supongan como ha dicho el concejal de fomento “una inversión histórica en la localidad en infraestructura viaria que mejorará sustancialmente la calidad de vida de los barbateños y barbateñas y la imagen del municipio”?

Esperemos que sí, que el gobierno haya panificado para que algo quede y que con el Plan MEMTA no suceda como con otros planes de choque anteriores, muchos de los cuales sólo sirvieron para parchear y para que algún agraciado o agraciada pasase a tener una nómina fija en el Ayuntamiento, mientras el resto volvía a engrosar las listas del paro.